¿Somos masocas? En cierta medida sí, nos encanta empotrarnos contra la misma pared una y otra vez, aunque nos duela volvemos, no tenemos remedio.
Sin embargo, para no caer en el error una y otra vez tenemos que decidirnos a aprender, no a aprender de memoria como cuando estudiamos historia, no, hay que aprender de verdad, a posteriori y a priori.
No puede quedar el más mínimo rastro de arrepentimiento es aquello que hagamos, la promesa de no repetir aquello que nos causa dolor, de no volver a mirar a ese pasado gris tiene que quedar grabada en nuestra cabeza como si fuera la canción que nos sube el ánimo en los momentos que el aire muestra su ausencia.
De todo se puede sacar algo bueno que nos haga continuar ignorando los obstáculos que se interpongan,